Como parte de su gira “Cryptoriana World Tour”, la banda inglesa Cradle of Filth visitó nuestro país el pasado jueves 22 de marzo, con show en el Teatro Vorterix del barrio de Colegiales. A pesar de que el motivo central era la difusión de su último disco, el playlist fue muy repartido entre sus diferentes trabajos y una constante muestra de poder. Como si fuera poco, la velada contó con un grupo nacional invitado, que no se quedó atrás.
Lepergod fue el conjunto encargado de hacer entrar en calor al público que ya se encontraba en el recinto. Presentaron canciones de su primer disco larga duración, “Siniestro éxtasis”, con su potente death/black metal. Con la visceral voz de Rodrigo “Thav” Sánchez, el cuarteto interpretó tracks como “Insurrección”, “Fuego salvaje”; “Litvrgia” y “Alma solar”, entre otros. Con su corto pero contundente actuación, demostraron porqué son de los conjuntos con mayor proyección del género en nuestro territorio, reflejado también en que fueron elegidos en 2016 como ganadores del Wacken Metal Battle, que los llevó a representar a Argentina en el mítico festival alemán.
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Ya con el lugar ocupado casi en su totalidad, Cradle of Filth tomó la posta, con el progresivo ingreso de sus actuales miembros (tras muchos cambios en su formación). Dani Filth (vocalista y único integrante original, cubierto por una capucha en la penumbra momentánea); Lindsay Schoolcraft (voz y teclados); Daniel Firth (bajo); Martin Skaroupka (batería); Marek “Ashok” Šmerda y Richard Shaw (ambos en guitarra) dieron arranque a su recital con “Gilded cunt” y “Beneath the howling stars”.
El primer quiebre, en cuanto a la euforia de la gente, se dio con “Blackest magick in practice” (dedicada a los que estaban más próximos al vallado), donde se dieron coros, como si de una cancha se tratase, al ritmo de los primeros segundos de canción. Siguieron “Heartbreak and seance” (desde su más reciente álbum) y, más tarde, “Bathory aria”, reproducida en su totalidad (consta de tres partes o capítulos).
“Dusk and her embrace”; “The dead of love” (donde Lindsay comenzó a destacar con su dulce voz lírica) y “You will know the lion by his claw” (que también se desprende de “Cryptoriana”) fue el triplete que delimitó el nudo de la presentación, previo a un breve impasse para bajar un poco el voltaje. La energía fue una constante, tanto de parte de los espectadores como de los músicos, (sobre todo de Richard, que giró sobre sí mismo varias veces mientras tocaba, y Dani, que alentó constantemente a sus fans y no sufrió en lo más mínimo los cambios entre agudos y guturales).
La instrumental “A bruise upon the silent moon” y sus truenos de fondo (acompañados de la luz que imitaba relámpagos), dieron pie al retorno al escenario del sexteto, que fluctúa entre el black metal, el extremo y el gótico, desde sus orígenes a principios de los ´90. Como era de esperarse, este último trayecto fue mucho más intenso todavía: “The promise of fever”; “Nymphetamine”; “Her ghost in the fog” y “Born in a burial gown” gestaron algunos de los pogos más violentos de la noche.
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Sin embargo, el final fue inevitable y para ello optaron por “From the cradle to enslave”, quizás su gran himno, el momento más esperado y de mayor agite por sus seguidores. De esta manera, Cradle of Filth se despidió de Argentina para continuar con la parte latinoamericana de su gira, aunque con un Vorterix más que satisfecho y con ganas de que vuelvan pronto. |