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Por Licha Machado | @Licha666 |
No se guardan nada |
En medio de su gira europea de “Legacy of the Beast”, Iron Maiden tocó en el Arena Zagreb de Croacia. Así es el show que podría traer a la Doncella a Argentina próximamente. |
El tour “Legacy of the Beast” no es uno más de Iron Maiden. Basado en un juego de rol que recorre toda la historia de la banda (y de Eddie), el show que vienen presentando en Europa va con esa impronta. Así, el 24 de julio el Arena Zagreb de Croacia se vistió de gala para recibirlos. Como en buena parte de la gira, la apertura estuvo a cargo de Tremonti. Aunque estaban contentos con su primera aventura europea, los de Orlando no sonaron para nada bien y eso atentó contra su presentación. Mark y los suyos aprovecharon a mostrar en gran parte “A Dying Machine” aunque, spoiler alert, no tiene demasiado de novedoso. Eso sí, algunos inesperados solos del guitarrista suenan de gran manera. |
Tras un poco más de media hora, por fin salieron a escena los de Steve Harris. Bajo un pensamiento sudamericano, es extrañísimo verlos en todo su esplendor en un lugar cerrado como lo es el estadio multipropósito de la capital croata. El techo (y una considerable cantidad menos de gente que en Argentina, probablemente porque allí van más seguido) le dio otra atmósfera a la historia. De una u otra manera, el arranque fue más o menos el que acostumbran en los últimos años: con Doctor Doctor de UFO sonando primero y, luego, Aces High. Más allá de este comienzo, la lista está repleta de sorpresas. Desde las increíbles de Where Eagles Dare, The Clansman (con previa explicación de un sonriente Bruce Dickinson) y Sign of the Cross; el set va paseando por todas las etapas de los ingleses. Sin duda, la estrella de la noche, igualmente, es Flight of Icarus, que desde 1986 que no formaba parte de una gira. |
Más allá de este comienzo, la lista está repleta de sorpresas. Desde las increíbles de Where Eagles Dare, The Clansman (con previa explicación de un sonriente Bruce Dickinson) y Sign of the Cross; el set va paseando por todas las etapas de los ingleses. Sin duda, la estrella de la noche, igualmente, es Flight of Icarus, que desde 1986 que no formaba parte de una gira. Al que le preocupe el estado de los músicos, debe estar más que tranquilo. Aunque rondan entre 59 y 66 años, parecieran estar en su mejor momento. Musicalmente siguen siendo perfectos, pero lo que más sorprende es el despliegue físico que siguen teniendo. No se guardan nada, siguen con sus habituales piruetas, tanto que impresionan. Obviamente, la mayoría de las miradas recaen en el vocalista, quien (aún con un público croata muy tibio en frente) se pasa las casi 2 horas corriendo y hasta jugando con lanzallamas. Son increíbles. |
Tampoco se puede dejar de lado la tremenda escenografía, como acostumbran. Ni en un espacio cerrado dejaron de presentar Eddies gigantes, fuego, chispas y muchísimos telones (quizás aún más que en los últimos tours). Probablemente sea la apuesta más grande de los londinenses, prácticamente cambiando todo el escenario para cada canción. Una locura solo a la altura de semejantes músicos. En el cierre del recital hay lugar también para los clásicos: primero suenan Fear of the Dark, The Number of the Beast e Iron Maiden. Luego, el lugar de los bises lo ocuparon The Evil That Men Do, Hallowed Be Thy Name y Run to the Hills. Más allá de las canciones, lo más importante es que se despidieron prometiendo regresar. Esto quiere decir una buena noticia para todos sus fans: hay Doncella de Hierro para rato. |
Sobre la posibilidad de que traigan esta propuesta a Sudamérica todavía no hay noticias. Por ahora, solamente que les quedan varios shows más antes de que el 11 de agosto cierren en su hogar esta parte. Luego, solo deseos e incógnita. En el caso de que viajen, será imperdible verlos porque están mejor que nunca. |